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miércoles, 24 de abril de 2019

Chaqueta marinera

Este proyecto era un reto y pensé que no iba a conseguirlo. Pero al final, ¡no ha sido así! Eso sí, tuve bastantes problemillas que os voy a contar para que no os desaniméis si decidís lanzaros con un proyecto así y no sois muy expertas:

Primero, encontrar una tela que se adaptara en color y en tejido. Pasé por varias tiendas y al final encontré esta tela llamada Sarga, ligeramente elástica, casi nada, en una tienda de Las Rozas llamada Galerías Madrid. La tela fue muy barata, 6 €/m (cuidado, que esta tela hay que plancharla con un paño encima). Una vez elegida, me puse a buscar el forro y casi muero en el intento, jaja. En la tienda se empeñaron en que el forro debía ser elástico debido a esa tela, y claro, no era sencillo encontrar un forro elástico. Después de que me dieran vueltas por toda la tienda durante hora y media, me decidí por el clásico forro (menos mal), y el resultado ha sido muy bueno.

Después de esto, tuve que volver a la tienda dos veces más porque tuve un error al cortar una pieza de la tela y otra del forro. La instrucciones no son muy extensas y no hay vídeo explicativo, por lo que había que echarle bastante imaginación en cada paso. Eso me llevó a tener que rectificar y retroceder unas cuantas veces, pero deshacer forma parte del proceso o esa es la idea que conviene tener en mente durante el proceso.

Además de pequeños errores, tomé la gran decisión de no poner entretela por el mal resultado que me dio en el estuche de la flauta, que había zonas que no pegaba bien. Cuando la probé, no tenía mucho cuerpo, lógicamente. Así que, ¡a deshacer otra parte! Si de los errores se aprende, yo aquí he aprendido mucho, jaja.

Pero aquí está y ahora tengo muchas ganas de seguir cosiendo. Ya tengo muchos proyectos en mente. Las tejedoras, no me abandonéis, que también seguirá habiendo mucho ganchillo y punto por aquí.

Este es el link al patrón. La hice en la talla 40 después de leer en Instagram opiniones de gente que lo había hecho y que le había quedado justa. Este patrón es de pago pero yo creo que merece la pena.









He añadido unas fotos del proceso. Tuve que desplegar la mesa comedor de Ikea para que entraran todas la piezas:


He de decir que no he seguido las intrucciones de mis clases de costura de hace años y no he hilvanado casi nada. Alfileres, ¡y a la máquina!


Chaqueta por un lado y forro por otro:


Las 10 trabillas y mi alfiletero imantado. ¡Muy buen regalo!:


Los últimos remates toca hacerlos a mano:


Y los botones, que me encantan. Los compré en una mercería de Orense llamada Musko:


Ya la he estrenado gracias al verano que tuvimos esta Semana Santa en Orense. 
¡Espero que os guste y que os animéis a coser! :)


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